27/07/2020

Cumple 107 del “Negro”

De Sirimaco y de For Ever

Juan Sirimaco seguramente no habrá sido consciente de que sería un mito. Meter tres goles en un clásico no es para cualquiera, pero hacerlo en el primer For Ever-Sarmiento de la historia es para elegidos.

For Ever llegó a los 107 años.

Juan Sirimaco seguramente no habrá sido consciente de que sería un mito. Meter tres goles en un clásico no es para cualquiera, pero hacerlo en el primer For Ever-Sarmiento de la historia es para elegidos. Y sobre todo si tu equipo gana 4 a 2. Fue a fines de 1913, cuando el “Negro” apenas tenía unos meses de vida, tras nacer un 27 de julio como hoy. De Sirimaco con el tiempo se supo poco y nada: algunos dicen que era extranjero, militar y que sólo estuvo de paso en Resistencia, pero vaya si dejó su huella.

Pensar en For Ever en su cumple 107 es ir tras el penal de Di Marco en el ‘89; en la campaña de los 100 mil ladrillos para la construcción de la cancha en la 9 de Julio; en la fundación y el desprendimiento de Sarmiento en el ‘13 por las ganas de jugar un partido de fútbol; en el penal del “Negro” Alarcón para el ascenso en 2013; en el 3-0 del ‘73 a Mandiyú en la final del Regional; en “Chancha” Villanueva contra Guaraní en Posadas en las semis del ‘67 y la consagración contra Racing de Córdoba; en la proeza de ganar una final en la Banda del Río Salí en el ‘80 con la fiesta preparada para los tucumanos; en la primera cancha desde el ‘13 donde hoy es la escuela N° 2 y el pasaje en el ‘28 a la “cancha de chapas” en la actual Plaza España; en las tres pepas del “Negro” Scatolaro para el 5-0 contra el Racing cordobés en La Bombonera en el ‘90; en el gol de “Pichón” Cannasio en el ‘79 en Posadas; en los siete títulos liguistas al hilo entre el ‘20 y el ‘30; en el doblete de “Hormiga” Martínez en el ‘83 contra Guaraní; en el 4-0 contra Atlético Paraná en el ‘74.

Pero también es acordarse de la nefasta Rosa Portal y de cómo Yunes (y por razones que sólo él sabrá) le dio entrada al club al tristemente célebre “Sol de América”; es recapitular en los dos descensos del Nacional “B” en el ‘94 y ‘98; en la final perdida contra San Martín de Tucumán en el ‘88; en los dos años con las puertas cerradas y el nulo apoyo estatal de gente muy cercana al deporte; en las finales Regionales con derrotas contra Talleres, Renato Cesarini y Guaraní; en la cancha llena de yuyos y en la pileta con rasgos de selva; en los pedidos semana tras semana a una jueza para poder jugar.

For Ever es repensar en Cravero, Palavecino y el “Loro” Freyre; en López Lotero, Bittel y Rabinovich; en Roberto Jesús Puppo, “Pepe” Lestani y “Tronquito” Gamarra; en Ramón Villanueva, “Nata” Dávalos y “Súperman” Merlo; en la tapa de El Gráfico de “Nonín” López al lado de Rattín; en “Pepo” Fernández, el “Gringo” Noremberg y Mauricio Esquivel; en Julio Acosta, en los García (Juan Alberto y Jorge) y Héctor Gómez; en Hugo Comunardo Canto, los Valussi y los Parmetler; en Pablo Cáceres, “Coca” Benítez y “Caña” Franco; en el “Flaco” Visconti, Ariel Medina y Martín Cabral; en Leonardo Rotger, Julio Silgueiro y Roberto Cassiet. Y en Sirimaco, que no hay muchos registros, pero se ve que la rompió toda en el primer clásico.

Mariano Candia