El “Decano” sufrió una nueva eliminación en primera ronda, pero más allá de los resultados, lo que se debe respetar es el proyecto profesional que se empezó a gestar en esta temporada. Hubo una buena selección de jugadores.
El equipo que cayó ante Sol de América. La base del plantel debe mantenerse.
El equipo que cayó ante Sol de América. La base del plantel debe mantenerse.
“En el fútbol siempre mandan los resultados”, una de las frases más repetidas si las hay en el ambiente que nos rodea cada fin de semana. Una frase que nació de la tribuna, probablemente desde la exigencia de los hinchas por conseguir títulos y que se hizo carne en los dirigentes, que muchas veces obnubilados por la pasión no saben distinguir cuando los proyectos son acertados, serios y consecuentes con lo que se busca.
Entendemos por haber seguido el proceso desde el principio que esta idea que comenzó a formarse en esta temporada debe mantener su estructura. A saber, desde el comienzo y con la continuidad de Eric Acosta se eligió un cuerpo técnico calificado para que pueda acompañarlo con distintos profesionales para abarcar cada área específica.
El proceso de selección de jugadores también fue en consonancia con lo antes apuntado. Hacía mucho tiempo que Sarmiento no organizaba un campamento para reclutar jugadores como lo hizo en la localidad de Carcarañá, de esta selección surgieron nombres como los de Alejandro Bogliotti, Juan Brstilo, Maxi López, por nombrar los casos más resonantes y que terminaron jugando en el Federal “A”, con una mínima erogación económica para el club.
A diferencia de años anteriores el plantel contó con dos futbolistas, tres en algunos casos, por puesto y muy calificados para reemplazar al supuesto titular. En el proceso anterior había superpoblación de jugadores en algunas posiciones y faltante en otras. El chequeo médico previo a firmar el contrato fue muy exhaustivo, el club hizo una inversión muy importante para saber a ciencia cierta en que estado físico estaba el futbolista.
Después es cierto, muchas veces todo se termina consumando en el olvido por la maldita pelota que entra o no en el arco. Hay procesos de todo tipo, aquellos que de movida consiguen resultados y son más fáciles sostenerlos y aquellos que necesitan un tiempo para gestarse y a partir de allí llegar al logro deportivo. Pero está en los dirigentes poder evaluar a conciencia cuando alguien trabaja con seriedad y compromiso en relación con los técnicos que vienen a “hacerse la América” por estas tierras.
Sarmiento no pudo pasar nuevamente una primera fase, es tan cierto como que se falló en un partido clave; pero de aquí surgen algunos interrogantes. ¿Hay que desarmar todo y empezar de nuevo?. ¿Cuál es la fórmula para ascender?. ¿Hay que traer técnicos costosos de afuera?. Sarmiento en estos últimos años probó de todas las formas y el resultado siempre fue el mismo.
Los dos procesos de Salavador Capitano fueron malísimos, solo decorado en el primero de ellos por llegar a una instancia importante de Copa Argentina. Estuvo el “señor ascenso” Pedro Dechat y se tuvo que ir a los 6 meses por temas económicos. En el medio también convivieron Chaparro y Zanata con presupuestos muchos menores a los apuntados anteriormente. Y desde el segundo semestre del año pasado está Eric Acosta que vino a apagar un incendio en un plantel que era un verdadero cabaret.
Acosta, con el apoyo de la dirigencia, fue el que comenzó a pergeñar la estructura profesional de su cuerpo técnico y de los jugadores que llegaron a la institución. Junto a Raúl Valdez, coordinador de fútbol del club, pidieron para que el equipo de la liga, apremiado por el descenso y abandonado a la suerte de Dios con los pibes en el torneo anterior, puedan jugar de nuevo en el Estadio Centenario como locales.
Desde los hinchas el comportamiento en el último partido ante Sol de América fue ejemplar, aplaudiendo a los jugadores al final del cotejo a pesar de la decepción por la derrota pero entendiendo que se hicieron bien las cosas y que mejorando detalles del funcionamiento se pueden aspirar a cosas importantes.
Es un año político en el club, se sabe que la intención de Jorge Capitanich es no continuar en el club como presidente a partir de junio, con lo cual se abrirá un abanico de candidatos para sucederlo. Pero se espera, y a al no haber una fórmula para lograr el ascenso más que un trabajo serio y mancomunado, se pueda mantener la estructura que se comenzó a principio de año más allá de los nombres. Que la renovación del plantel sea mínima y se apunte a los sectores en donde hubo falencias.
Acosta es un tipo probo, que ama al club y no le va a hacer daño, si él entiende que es una piedra en el camino no tendrá reparos en dar un paso al costado. Es un gran profesional, que se equivocó en ciertos planteos tácticos (¿quién no comete errores?), pero acertó en tantos otros. Sarmiento hizo varios goles de jugada preparada y esto tiene que ver con el trabajo y el factor sorpresa que primó en ciertos cotejos. Que hubo falencias, claro que sí. Todo proceso las tiene, pero es más fácil ir corrigiendo que patear el tablero y comenzar todo de nuevo.
